
La imagen que muchos tenemos de él es la de verlo «volar» sobre un caballo, con la sotana al viento, al lado de la Virgen de Manjavacas, en la traída hacia Mota.
Se ha marchado todo un personaje de nuestro pueblo: amante de nuestras tradiciones, investigador de nuestra historia, escritor, poeta, hombre familiar y muy cercano a la gente. Amó y disfrutó la vida con sana alegría y entusiasmo.
Ayudó a muchas personas del pueblo en la medida que pudo y trabajó hasta muy avanzada edad, tanto en las parroquias que se le asignaron, como en Cáritas Diocesana, donde sirvió con generosidad y entrega.
Su libro “Manjavacas”, publicado con Venancio Cañego en 1980, es un referente en la historia de nuestra patrona y de los orígenes de nuestro pueblo.
Era miembro fundador de nuestra Asociación desde el 30 de abril de 1956, afiliado con el número 36 y fue nombrado Molinero de Honor en 2008.
El pasado 27 de abril, la Asociación Amigos de los Molinos le tributó un pequeño homenaje porque era el socio vivo más antiguo.
Descansa en paz D. Francisco Cobo Peñalver